lunes, 24 de diciembre de 2007

CARTA DE LOS VERDES DEL MUNDO


CARTA DE LOS VERDES DEL MUNDO

Definiendo qué significa ser Verde en el nuevo milenio

CARTA DE LOS VERDES DEL MUNDO
Definiendo qué significa ser Verde en el nuevo milenio

- Canberra (Australia), 2001 -
(Los Verdes Mundiales es la red internacional de los partidos
y movimientos políticos verdes)

Contenidos

PREÁMBULO

LOS PRINCIPIOS: 1.
La Sabiduría Ecológica - 2. La Justicia Social - 3. La Democracia Participativa - 4. La No-violencia - 5. La Sostenibilidad - 6. Respeto a la Diversidad

LA ACCIÓN POLÍTICA: 1.
La democracia - 2. La equidad - 3. Cambio Climático y Energía - 4. La diversidad biológica - 5. Dirigir la economía de la globalización según los principios de la sostenibilidad - 6. Los derechos humanos - 7. La Alimentación y el Agua - 8. La planificación sostenible - 9. La paz y la seguridad - 10. Actuando globalmente

PREÁMBULO

Nosotros, como ciudadanos del planeta y miembros de los Verdes del Mundo

Unidos en nuestra conciencia de que dependemos de la vitalidad, la diversidad y belleza de la Tierra, y de que es nuestra responsabilidad el legarla, sin detrimento e incluso mejorada, a la próxima generación.

Reconociendo que los modelos dominantes del consumo y producción humana, basados en el dogma del crecimiento económico a cualquier costo y el uso excesivo y generador de residuos de los recursos naturales sin consideración a la capacidad de carga de la Tierra, ocasionan el deterioro extremo del medio ambiente y la extinción masiva de especies.

Conscientes de que la injusticia, el racismo, la pobreza, la ignorancia, la corrupción, el crimen y la violencia, los conflictos armados y la búsqueda de la máxima ganancia a corto plazo son las causas del generalizado sufrimiento humano.

Aceptando que el desarrollo de los países mediante la persecución de metas económicas y políticas ha contribuido a la degradación del medio ambiente y de la dignidad humana.

Sabiendo que muchos de los pueblos del mundo y las naciones han sido empobrecidas por largos siglos de colonización y explotación, creando una deuda ecológica adeudada por las naciones ricas frente a las que han empobrecido.

Comprometiéndonos a cerrar la brecha entre los ricos y los pobres y en la construcción de una ciudadanía basada en la igualdad de derechos para todos los individuos en todas las esferas de la vida social, económica, política y cultural.

Reconociendo que sin la igualdad entre hombres y mujeres, no puede lograrse ninguna democracia verdadera.

Preocupados por la dignidad de la humanidad y el valor del patrimonio cultural.

Reconociendo los derechos de los pueblos indígenas y su contribución al patrimonio común, así como también el derecho de todas las minorías y pueblos oprimidos a su cultura, a su religión, y a su vida económica y cultural.

Convencidos de que esa cooperación en vez de la competición es un requisito para asegurar la garantía de los derechos humanos tales como la alimentación nutritiva, la vivienda digna, la salud, la educación, el trabajo adecuado, la libre expresión, el aire limpio, el agua potable y un medio ambiente natural intacto.

Reconociendo que el medio ambiente ignora las fronteras entre los países y

Edificando sobre la Declaración de la Asamblea Mundial de los Verdes en Río en 1992

Afirmamos la necesidad de los cambios fundamentales en las actitudes de la gente, en sus valores, y sus formas de producir y vivir

Declaramos que el nuevo milenio constituye un punto definido de partida para empezar con esa transformación

Resolvemos promocionar un concepto global de la sostenibilidad que:

- protege y restaura la integridad de los ecosistemas de la Tierra, con interés especial por la diversidad biológica y los procesos naturales que mantienen vida
- reconoce la interrelación de todos los procesos ecológicos, sociales y económicos
- equilibra los intereses individuales con los bienes comunes
- armoniza libertad con la responsabilidad
- acoge la diversidad dentro de la unidad
- reconcilia objetivos a corto plazo con metas a largo plazo
- garantiza que las futuras generaciones tienen el mismo derecho que la generación actual a los bienes naturales y culturales

Reafirma nuestra responsabilidad para con el otro, para con la gran comunidad de los seres vivos, y para con las futuras generaciones

Nos compromete a nosotros mismos como partidos Verdes y movimientos políticos de todo el mundo llevar a cabo estos principios aquí mencionados y a crear una asociación global en apoyo a su cumplimiento.

LOS PRINCIPIOS

Las políticas de los Verdes Mundiales se fundamentan sobre los principios de:

1. LA SABIDURÍA ECOLÓGICA

Reconocemos que los seres humanos son parte del mundo natural y respetamos los valores específicos de todas las formas de vida, incluyendo a las especies no humanas.

Reconocemos la sabiduría de los pueblos indígenas del mundo, como guardianes de la tierra y de sus recursos.

Reconocemos que la sociedad humana depende de los recursos ecológicos del planeta, y debe asegurar la integridad de los ecosistemas y preservar la diversidad biológica y la capacidad de recuperación de los sistemas en los que se apoya la vida.

Esto requiere:

- que aprendamos a vivir dentro de los límites ecológicos y de los recursos del planeta.
- que protejamos la vida de las plantas y de los animales, y la vida en sí misma que es mantenida por los elementos naturales: la tierra, la agua, el aire y el sol.
- donde nuestros conocimiento sean limitados, que apliquemos el principio de precaución, a fin de asegurar la abundancia continuada de los recursos del planeta para las generaciones presentes y futuras.

2. LA JUSTICIA SOCIAL

Afirmamos que la llave para la justicia social es la distribución equitativa de los recursos sociales y naturales, tanto localmente como globalmente, para satisfacer incondicionalmente las necesidades humanas básicas, y para asegurar que todos los ciudadanos gozan de oportunidades plenas para su desarrollo personal y social.

Declaramos que no hay justicia social sin la justicia ambiental, y ninguna justicia ambiental sin la justicia social.

Esto requiere:

- una organización justa del mundo y una economía mundial estable que cierre la brecha cada vez mayor entre ricos y pobres, tanto dentro de los propios países como entre distintos países; que equilibre el flujo de recursos desde el Sur al Norte; y que levante la carga de deuda que pesa sobre los países pobres y que impide su desarrollo.
- la erradicación de la pobreza, como imperativo ético, social, económico, y ecológico.
- la eliminación de analfabetismo.
- una nueva visión de ciudadanía construida sobre la igualdad de derechos para todos los individuos, independientemente de su género, raza, edad, religión, clase, origen étnico o nacional, orientación sexual, discapacidad, riqueza o salud.

3. DEMOCRACIA PARTICIPATIVA

Aspiramos a una democracia en la que todos los ciudadanos tengan el derecho a expresar sus puntos de vista, y tengan la posibilidad de participar directamente en las decisiones ambientales, económicas, sociales y políticas que afecten a sus vidas; para que el poder y la responsabilidad se concentren en las comunidades locales y regionales, y dirigir hacia otras instancias únicamente las que esencialmente correspondan a más altas esferas de gobierno.

Esto requiere:

- el fortalecimiento individual mediante el acceso a toda la información pertinente requerida para la toma de cualquier decisión, y acceso a la educación para permitir participar a todos.
- romper las desigualdades de riqueza y poder que inhiben la participación.
- la construcción de instituciones de base que permitan que se tomen las decisiones directamente en el nivel apropiado, por los propios afectados, basándose en sistemas que fomentan vitalidad cívica, la acción voluntaria y la responsabilidad comunitaria.
- apoyar fuertemente para dar a la gente joven una voz, educándolos, animándolos y asistiéndolos para que se involucren en todos los aspectos de vida política incluyendo su participación en todos los órganos de decisión.
- que todos los representantes elegidos se comprometan con los principios de diafanidad, la confianza, y responsabilidad en el gobierno.
- que todos los sistemas electorales sean transparentes y democráticos, y que esto sea impuesto por ley.
- que en todos los sistemas electorales, cada adulto tenga derecho a un voto igual.
- que todos los sistemas electorales estén basados en la representación proporcional, y todas las elecciones se respalden con límites estrictos sobre la publicidad, y la total diafanidad sobre las dádivas corporativas y privadas.
- que todos los ciudadanos tengan el derecho a ser miembro del partido político de su elección dentro de un sistema de multipartido.

4. LA NO-VIOLENCIA

Declaramos
nuestro compromiso con la no-violencia y nos afanamos en el logro de una cultura de paz y cooperación entre los estados, dentro de las propias sociedades y entre los individuos, como base de la seguridad global.

Creemos que esa seguridad no debería descansar fundamentalmente sobre la fuerza militar sino sobre la cooperación, sobre un desarrollo económico y social solvente, sobre la seguridad ambiental, y el respeto a los derechos humanos.

Esto requiere:

- un concepto integrado de seguridad global, que de prioridad a los aspectos sociales, económicos, ecológicos, psicológicos y culturales del conflicto, en vez de un concepto basado principalmente en los balances de poder militar.
- un sistema global de seguridad capaz de prevenir, gestionar y solucionar conflictos.
- la eliminación de las ocasiones de guerra por medio de la comprensión y el respeto a las otras culturas, erradicando el racismo, promocionando la libertad y la democracia, y erradicando la pobreza a nivel planetario.
- perseguir como objetivo el desarme general y completo incluyendo acuerdos internacionales para asegurar una prohibición completa y definitiva de las armas nucleares, biológicas y químicas, las minas anti-persona y las armas de uranio empobrecido.
- fortalecer a las Naciones Unidas (ONU) como la organización global de gestión de conflictos y pacificación.
- perseguir el logro de un código riguroso de conducta sobre las exportaciones de armas a países donde se violen los derechos humanos.

5. LA SOSTENIBILIDAD

Reconocemos
el alcance limitado para la expansión material de la sociedad humana dentro de la biosfera, y la necesidad mantener la diversidad biológica mediante el uso sostenible de los recursos renovables y el uso responsable de los recursos no renovables.

Creemos que para lograr la sostenibilidad, y a fin de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras con los recursos finitos de la tierra, debe frenarse y revertir la tendencia al crecimiento continuo del consumo, la población y la inequidad material a nivel planetario.

Reconocemos que la sostenibilidad no será posible mientras persista la pobreza.

Lo que requiere:

- asegurar que los ricos limiten su consumo para permitir a los pobres disponer de su justa parte de los recursos de la tierra.
- redefinir el concepto de riqueza, para enfocarlo en la calidad de vida más que en la capacidad para el sobre-consumo.
- crear una economía mundial cuyo objetivo sea satisfacer las necesidades de todos, no la concupiscencia de unos; y que permita a la generación actual satisfacer sus necesidades propias, sin comprometer que la capacidad de futuras generaciones para satisfacer las suyas.
- eliminar las causas que ocasionan el crecimiento de la población asegurando la estabilidad económica, y dando acceso a la salud y a la educación básica a todos; dando a hombres y mujeres mayor control sobre su fertilidad.
- redefinir los papeles y responsabilidades de las corporaciones transnacionales a fin de que apoyen los principios de desarrollo sostenible.
- establecer mecanismos para gravar, así como también regular, los flujos financieros especulativos.
- asegurar que los precios de mercado de las mercancías y los servicios incorporan totalmente los costos ambientales de su producción y consumo.
- lograr mayor eficiencia en el uso de la energía y de los recursos, desarrollando y usando tecnologías medioambientalmente sostenibles.
- alentar la confianza en la personalidad local para que alcance el más alto grado de dignidad para satisfacción de las comunidades.
- reconocer el papel clave de la cultura de la juventud y alentar una ética de la sostenibilidad dentro de esa cultura.

6. RESPETO A LA DIVERSIDAD

Honramos
la diversidad cultural, lingüística, étnica, sexual, religiosa y espiritual dentro del contexto de responsabilidad individual hacia todos los seres.

Defendemos el derecho de todas las personas, sin discriminación, a un medio ambiente que garantice su dignidad, salud corporal, y bienestar espiritual.

Promocionaremos la construcción de relaciones respetuosas, positivas y responsables sobre las líneas de discordia en el espíritu de una sociedad multi-cultural.

Esto requiere:

- el reconocimiento de los derechos de pueblos indígenas a los medios básicos de su supervivencia, económicos y culturales, incluyendo los derechos sobre su tierra y a la autodeterminación; y el reconocimiento de su contribución al patrimonio común de cultura nacional y global.
- el reconocimiento de los derechos de minorías étnicas a desarrollar su cultura, religión e idioma sin discriminación, y a la plena participación legal, social y cultural en el proceso democrático.
- el reconocimiento y respeto a las minorías sexuales.
- la igualdad entre mujeres y hombres en todas las esferas de vida social, económica, política y cultural.
- la involucración significativa de la cultura de la juventud como una contribución valiosa a nuestra visión Verde, y el reconocimiento de que la gente joven tiene modos y necesidades distintas de expresión.

LA ACCIÓN POLÍTICA

1. LA DEMOCRACIA

1.0 La mayoría de la gente del mundo vive en países con regímenes no democráticos donde la corrupción desenfrenada, el abuso de los derechos humanos y la censura de prensa son comunes. Las democracias desarrolladas sufren formas menos evidentes de corrupción mediante la concentración de los "media", la financiación de los partidos por parte de las corporaciones, la exclusión sistemática de las comunidades raciales, étnicas, nacionales y religiosas, y por los sistemas electorales discriminatorios frente a las ideas alternativas y a los partidos nuevos y pequeños.

Los Verdes

1.1 Tenemos como prioridad el aliento y apoyo a los movimientos de base y a las otras organizaciones de la sociedad civil que trabajan por un gobierno democrático, transparente y responsable, a todos los niveles, desde el local al global.

1.2 Apoyamos activamente el dar voz a la gente joven mediante la educación, el aliento y el apoyo a su participación en todos los ámbitos de la acción política.

1.3 Lucharemos para conseguir la democratización de las relaciones de género promoviendo cauces apropiados que permitan a las mujeres y a los hombres por igual tomar parte en las esferas de lo económico, lo social y lo político.

1.4 Urgimos la ratificación inmediata por parte de la Organización para el Desarrollo y Cooperación Económica (OCDE) de la Convención para Combatir el Cohecho de Funcionarios Públicos de Exteriores en los Negocios Internacionales.

1.5 Reafirmamos el derecho de los ciudadanos a acceder a la información oficial y a unos "media" libres e independientes.

1.6 Trabajaremos para el acceso universal a la tecnología electrónica de información y comunicaciones, como mínimo, a la radio, y a Internet y email de tipo comunitario. Trabajaremos también para hacer el acceso a estas tecnologías lo más barato como sea posible.

1.7 Apoyamos un sistema legal secular justo que asegure el derecho a la defensa y practique la proporcionalidad entre la falta y el castigo.

1.8 Apoyamos la financiación pública de las elecciones, y los mecanismos para asegurar que todas las aportaciones económicas, donde estén permitidas, sean totalmente transparentes con un límite sobre las mismas, tanto las aportadas por individuos como por corporaciones.

1.9 Desafiaremos la dominación corporativa de los gobiernos, especialmente donde los ciudadanos se vean privados de su derecho a la participación política.

1.10 Apoyaremos la separación de poderes entre el ejecutivo, el legislativo y el judicial, y la separación del estado y la religión.

1.11 Apoyaremos el desarrollo y el fortalecimiento de los gobiernos locales.

1.12 Apoyaremos la reestructuración de instituciones estatales para democratizarlas y hacerlas más transparentes y eficientes al servicio de las metas de dar más poder a los ciudadanos y del desarrollo sostenible.

2. LA EQUIDAD

2.0 Las diferencias en los estándares de vida y las oportunidades en el mundo de hoy son insoportables. La deuda del tercer mundo, que asciende a 2,5 billones de dólares, es la más alta de todos los tiempos, mientras que en la Organización de Desarrollo y Cooperación Económica (OCDE) los países dan únicamente el 0,23% de PNB para ayuda al desarrollo. El 20% más rico de la población del mundo tiene más del 80% de los ingresos mientras 1.200 millones de personas viven en la pobreza (con menos de un dólar al día). 125 millones de niños nunca asisten a la escuela y 880 millones de personas no pueden ni leer ni escribir; más de dos terceras partes de ellas son mujeres, que constituyen el 60% de los pobres. El crecimiento de la población se ha ralentizado pero se espera todavía un incremento de otros 2.000 a 3.000 millones de personas para el año 2050. El Virus de la Inmunodeficiencia - SIDA (HIV) y de la tuberculosis (TB) y las infecciones aumentan.

Los Verdes

2.1 Trabajaremos para aumentar las ayudas gubernamentales a los países en desarrollo, y apoyaremos que la ayuda sea dirigida a los países más pobres de los pobres, estableciendo las prioridades mediante el trabajo conjunto con las comunidades locales.

2.2 Trabajaremos para mejorar los derechos, la condición, la educación y la participación política de mujeres.

2.3 Nos comprometemos con nosotros mismos a hacer realidad la meta de una educación primaria universal de alta calidad para el año 2015, y a financiarla mediante el incremento de la ayuda y el alivio de la deuda.

2.4 Trabajaremos para la cancelación de la deuda de los países en desarrollo, especialmente de los más pobres, y apoyaremos el uso de incentivos para asegurar que el ahorro que suponga el alivio de la deuda se canalice a la reducción de la pobreza y la conservación del medio ambiente y que se lleve a cabo a través de procesos transparentes y responsables que cuenten con la participación de las comunidades afectadas.

2.5 Preveremos acciones concertadas para combatir las grandes pandemias incluyendo VHI -SIDA, TB- Tuberculosis y malaria como una prioridad, especialmente en Africa, donde es preciso un doble de esfuerzo para permitir el acceso general a bajo coste a los medicamentos y a las terapias eficientes, y para restaurar el progreso económico, especialmente mediante la educación.

2.6 Reconoceremos el derecho a la compensación a la gente que pierde el acceso a sus recursos naturales mediante el desalojo por la destrucción ambiental o intervenciones humanas tales como la colonización y la emigración.

2.7 Revisaremos la relación entre la propiedad de titularidad privativa y el uso privativo de sus recursos, con la perspectiva de contener el abuso ambiental y de extender el acceso a la subsistencia básica para todos, y especialmente para las comunidades indígenas.

2.8 Trabajaremos para asegurar que todos los hombres, las mujeres y los niños puedan lograr la seguridad económica, sin que recurran a actividades personalmente dañinas tales como la pornografía, la prostitución o la venta de órganos.

2.9 Nos comprometemos a trabajar para una distribución del bienestar más igualitaria y para la creación de igualdad de oportunidad dentro todas nuestras sociedades, reconociendo que hay un número creciente de gente pobre y marginada, también en los países desarrollados.

2.10 Defenderemos y promocionaremos los derechos humanos, sociales y ambientales de la gente de color.

3. CAMBIO CLIMÁTICO Y ENERGÍA

3.0 Nueve de los diez años más cálidos registrados, lo fueron en el decenio de los 90. El nivel de CO2 en la atmósfera es más alto que en cualquier otro tiempo de los últimos 15 millones de años. La frecuencia de los desastres climáticos aumenta, matando a millares y desplazando millones de personas. La generalización del proceso de blanqueo y muerte de los arrecifes de coral, que ocurrió por primera vez en el año 1998, llegará a ser común en el período de los próximos 20 años. Los científicos desde el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) afirman que el calentamiento global es verdadero, y que la acción humana supone un factor considerable en este cambio. La Tierra se espera que experimente un calentamiento adicional de 1 a 5°C en este siglo, y la elevación de la superficie marina que ya ha comenzado continuará durante los próximos 500 años, se inundaran muchas partes de la Tierra, la mayoría de las regiones más pobladas. La catástrofe climatológica se producirá, a menos que actuemos ahora.

Los Verdes

3.1 Adoptamos el objetivo de limitar los niveles de CO2 en la atmósfera a 450 ppm en el más corto período de tiempo posible, como exige el IPCC. Los países desarrollados tendrán que cumplir no solamente el Protocolo de Kyoto (- 5,2% de los niveles de 1990 para el 2010 globalmente, - 8% para la EU, - 6% para los USA), que aún cuando es un paso en la buena dirección es excesivamente insuficiente; pero también es nuestro objetivo lograr una reducción entre -20% a -30% para el 2020, para que el objetivo de la reducción del -70% al -90% pueda ser alcanzado en el fin de siglo. Además, deben de emprenderse acciones para reducir la emisión de los otros gases de invernadero.

3.2 Urgimos la entrada en vigor Protocolo de Kyoto en conformidad con este objetivo, e insistimos en que se lleven a cabo las reglas de conduzcan a reducciones verdaderas de emisión desde las fuentes industriales de los países desarrollados, incluyendo un sistema de penalizaciones para los incumplimientos.

3.3 Trabajaremos para establecer una estructura internacional de información sobre las emisiones de las corporaciones transnacionales, vinculada a impuestos globales sobre el carbón y cargas ambientales globales.

3.4 Trabajaremos duramente para asegurar que los países en desarrollo tengan acceso a las tecnologías apropiadas más eficientes y sostenibles, fuertemente enfocadas a las energías renovables, y en acuerdo con las Convenciones del Cambio Climático asegurar que las acciones sean comprensibles y globales. El principio de participación debe estar en el núcleo de las negociaciones y medidas del cambio climático.

3.5 Nos opondremos a cualquier forma de expansión de la energía nuclear y trabajaremos para que se cierre rápidamente.

3.6 Apoyaremos un llamamiento a una moratoria al nuevo desarrollo y exploración de las prospecciones petrolíferas.

3.7 Nos opondremos a la tala de entresaca y a la explotación forestal de los bosques antiguos, por considerar que son los ecosistemas más ricos en carbón, en plantas y animales del planeta, vitales por tanto para los pueblos indígenas, e irrecuperables en cualquier escala humana de tiempo.

3.8 Promocionaremos la plantación de árboles de especies diversas pero no los monocultivos, como una medida a corto plazo para la captación del anhídrido carbónico, con otros beneficios para el medio ambiente.

3.9 Promocionaremos la recaudación de impuestos sobre las energías no renovables y el uso de los fondos así conseguidos para promocionar la eficiencia energética y las energías renovables.

3.10 Apoyaremos la investigación en el uso de fuentes sostenibles de energía y el desarrollo técnico de producción energética ecológica.

3.11 Promocionaremos las tecnologías energéticamente eficientes y las infraestructuras verdes de energía, entre y dentro de los países y economías, basadas en la carencia de costos o en los mínimos costos. Esto es uno de los costos económicos de las emisiones a tomar en cuenta por los países occidentales.

4. LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA

4.0 Los ecosistemas saludables son esenciales para la vida humana, aunque parece haberse olvidado la relación entre la naturaleza y sociedad. Las tasas de extinción son 100 a 1.000 veces más altas que en épocas pre-humanas. Únicamente el 20% de los bosques primarios de la Tierra permanecen relativamente inalterados. Un 60% de las existencias de pescado están en peligro de ser agotadas por sobrepesca. Las invasiones por plantas, animales y las enfermedades alóctonas crecen rápidamente. La extinción de las especies y la destrucción de los hábitats son producidas por el desarrollo industrial y agrícola que también incrementan el cambio climático, la inequidad global y la destrucción de culturas indígenas y de subsistencia. El monocultivo agrícola, promocionado por la agro-industria y acelerado por la modificación genética y el patentando de la naturaleza, amenaza la diversidad de las cosecha y a las especies animales domésticas, y a la vulnerabilidad radicalmente creciente a las enfermedades.

Los Verdes

4.1 Nos opondremos vigorosamente al desarrollo medioambientalmente destructivo de la agricultura industrial y dedicaremos un esfuerzo decidido a la protección de los animales y plantas nativas en su hábitat natural, y donde sea posible en grandes extensiones.

4.2 Trabajaremos para suprimir las subvenciones a las actividades medioambientalmente destructivas, incluyendo en ellas, las explotaciones petrolíferas, construcción de presas, la minería, la ingeniería genética y los monocultivos agrícolas.

4.3 Promocionaremos las políticas de compra ecológicas, para productos tales como la madera, basadas únicamente sobre la definición más rigurosa de sostenibilidad y respaldadas por un etiquetado fiable.

4.4 Apoyaremos el concepto de intercambio de 'deuda por naturaleza', sujeto al acuerdo con las comunidades afectadas indígenas y locales.

4.5 Promocionaremos la recuperación de los ambientes naturales degradados, y la limpieza de lugares tóxicos existentes alrededor del mundo, que fueron y son usados como zonas industriales y militares.

4.6 Hacemos notar que reduciendo el transporte de mercaderías alrededor el mundo, optando preferentemente por la producción local donde sea posible, se obtendrían beneficios accesorios derivados de la reducción de las "bioinvasiones", así como se reduce también el consumo de combustibles derivados del petróleo y los gases de invernadero.

4.7 Nos comprometemos a promocionar un currículum global de ecología para todos los niveles de la educación.

4.8 Trabajaremos para establecer un tribunal internacional específico de justicia para la destrucción ambiental y la pérdida de diversidad biológica donde puedan plantearse acciones judiciales contra corporaciones, individuos y estados nacionales.

4.9 Nos negaremos a aceptar las patentes y el mercadeo con la vida.

5. GOBERNANDO LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA CON LOS PRINCIPIOS DE LA SOSTENIBILIDAD

5.0 El 50% de las entidades económicas más grandes en el mundo de hoy son corporaciones. Con la connivencia de los gobiernos, han creado un sistema legal que pone a la actividad económica, sin trabas, por encima del bien público, que protege el bienestar corporativo pero ataca el bienestar social, y hace a las economías nacionales dependientes del casino financiero global que mueve unos $US1.3 miles de millones por día en transacciones especulativas. Sin embargo, puede haber un reflujo. El Acuerdo Multilateral sobre la Inversión (AMI) fue derrotado por ahora. En los países desarrollados las instituciones financieras internacionales se pueden reunir únicamente bajo condiciones de asedio. La reputación del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) están hechas jirones.

Los Verdes

5.1 Afirmamos que las necesidades vitales, tales como el agua, deben permanecer bajo propiedad y control público; y que la cultura, el acceso básico a la salud publica, a la alimentación, a los derechos sociales, a la educación y a unos "media" libres no son "mercancías" que puedan ser sometidas a los acuerdos internacionales del mercado.

5.2 Apoyaremos la creación de una Organización Mundial para el Medio Ambiente, que aglutine al Programa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP), con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y el de Crédito Global para el Medio Ambiente (GEF) en una institución única con capacidad para respaldar y potenciar e imponer sanciones para promocionar el desarrollo sostenible global. La Organización Mundial del Comercio (WTO) deberá estar supeditada a las decisiones de este nuevo organismo.

5.3 Apoyaremos la abolición del FMI y Banco Mundial a menos que se reformen democratizando la elección de sus miembros y la toma de decisiones, y sus operaciones estén sometidas a los principios de la sostenibilidad y a todas las convenciones internacionales sobre los derechos humanos y laborales y de la protección ambiental.

5.4 Apoyaremos la abolición de la WTO a menos que se reforme para hacer de la sostenibilidad su meta central, y actúe apoyada en procesos transparentes y democráticos y con la participación de representantes de las comunidades afectadas. Además debe haber separación de poderes para quitar el mecanismo de resolución de conflictos de la competencia privativa de la WTO-OMC. Una evaluación del impacto producido por las anteriores Rondas de Negociaciones sobre la sostenibilidad deberá ser realizada antes de iniciar la nueva andadura.

5.5 Trabajaremos para impedir que se lleven a cabo los nuevos acuerdos de comercio e inversión regional o hemisférica bajo el mandato de la WTO -tal como el propuesto Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA)- pero apoyaremos los procesos de integración de países que aseguren el bienestar de los pueblos y la preservación del medio ambiente.

5.6 Crearemos un medio ambiente mundial al que instituciones y organizaciones financieras y económicas proveerán de fondos y protegerán los proyectos respetuosos con el medio ambiente sostenible que mantenga las comunidades a todos los niveles (locales, regionales, nacionales e internacionales).

5.7 Exigiremos que en los acuerdos internacionales sobre el medio ambiente, las condiciones laborales y la salud tengan prioridad sobre cualquier clase de reglas internacionales sobre el comercio.

5.8 Trabajaremos para llevar a cabo la tasa Tobin-Henderson y otros instrumentos para contener las transacciones de capital internacional especulativo y ayudaremos a potenciar el fomento de las inversiones en la economía real, y a crear fondos para promocionar la equidad en el desarrollo global.

5.9 Trabajaremos para requerir a las corporaciones que se atengan a las leyes ambientales, laborales y sociales de su propio país y del país en que ellas operen, en todo caso, a las que sean más estrictas.

5.10 Trabajaremos para asegurar que todas las organizaciones globales, especialmente las que poseen la capacidad significativa para definir las reglas del comercio internacional, se adhieran firmemente a los principios del desarrollo sostenible y realicen un programa de adiestramiento para el cambio cultural para la consecución total de ese objetivo.

5.11 Queremos que el bienestar corporativo se haga transparente y esté sujeto al mismo nivel de responsabilidad que el bienestar social, que subvencione actividades respetuosas con el medio ambiente y que descarte totalmente las socialmente destructivas.

5.12 Aprobamos el desarrollo de un espíritu empresarial cívico para promocionar una comunidad basada en una economía concebida como una manera de combatir la exclusión social ocasionada por la globalización económica.

6. LOS DERECHOS HUMANOS

6.0 La negación de los derechos humanos y de las libertades va de la mano de la pobreza e ineficacia política. Millones de personas sufren discriminación, intimidación, detención arbitraria, violencia y muerte. Tres de cada cuatro gobiernos han usado la tortura durante los tres últimos años.

Los Verdes

6.1 Aprobamos la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las convenciones, y otros instrumentos internacionales para la protección de los derechos y libertades. Creemos que estos derechos son universales e indivisibles y que los gobiernos nacionales son los responsables de su salvaguarda.

6.2 Condenamos todas las dictaduras y regímenes que nieguen los derechos humanos, sin considerar las demandas políticas.

6.3 Trabajaremos con las comunidades locales para promocionar la conciencia de los derechos humanos, y para asegurar que la Comisión de la ONU para los Derechos Humanos y los otros contenidos del tratado son adecuadamente provistos de recursos.

6.4 Requeriremos que la Declaración Universal de derechos humanos sea enmendada para incluir los derechos a un medio ambiente natural saludable y los derechos intergeneracionales a los recursos naturales y culturales.

6.5 Apoyaremos el derecho de las mujeres para tomar sus propias decisiones, incluyendo el control de su fertilidad por los medios que ellas consideren apropiados, libres de la discriminación o coacción, y trabajaremos para lograr la ratificación de la Convención sobre la Eliminación de la Discriminación Contra las Mujeres (CEDAW), para quitar las reservas, y para hacer entrar en vigor el Protocolo Optativo.

6.6 Apoyaremos el derecho de los pueblos indígenas a su autodeterminación, a los derechos sobre el territorio, y el acceso a la caza tradicional y los derechos a la pesca para su propia subsistencia, usando técnicas humana y ecológicamente sostenibles; y apoyaremos movimientos de los pueblos indígenas para establecer y trabajar mediante sus propias organizaciones internacionales

6.7 Requeriremos la adopción inmediata del Borrador de la Declaración de 1993 sobre los Derechos de Pueblos Indígenas como la norma mínima de protección aceptada por los pueblos indígenas, y apoyamos los movimientos de los pueblos indígenas para establecer y trabajar mediante sus propias organizaciones internacionales.

6.8 Exigimos que los torturadores se enfrenten a sus responsabilidades, y haremos campañas para ponerlos ante la justicia, en sus propios países o en otra parte, frente a un jurado internacional de jueces que actúen bajo los auspicios de la Corte Internacional de Justicia.

6.9 Nos opondremos a cualquier violación de la integridad física del individuo por las torturas, los castigos o cualquier otra práctica, incluyendo las mutilaciones de carácter tradicional y religioso.

6.10 Exigiremos que la pena de muerte sea abolida en todo el mundo.

6.11 Requeriremos a los gobiernos para asegurar que todo demandante de asilo, bien por ser víctima de la violencia estatal o de los grupos armados independientes, sea tratado correctamente según la Convención de Ginebra sobre los Derechos al Asilo de 1951; que tengan acceso a procesos justos; no sean detenidos arbitrariamente; y no sean devueltos al país donde podrían sufrir las violaciones de sus derechos humanos fundamentales, o encarar el riesgo de muerte, tortura, u otro tratamiento inhumano.

6.12 Exigiremos la prohibición de la expulsión colectiva.

6.13 Sostendremos el derecho de todos los trabajadores a la seguridad, a un empleo convenientemente retribuido, y a la libertad para sindicarse.

6.14 Apoyaremos el derecho de los niños a desarrollarse libres de la necesidad de trabajar, y el establecimiento de una edad límite inferior para el inicio de la vida laboral de niños y adolescentes.

6.15 Denunciaremos la criminalización de la que es objeto la homosexualidad, y apoyaremos el derecho de las personas gays y lesbianas a su estilo de vida, y la igualdad de derechos para las relaciones homosexuales.

6.16 Trabajaremos para mejorar las oportunidades de las personas discapacitadas para vivir y trabajar en condiciones de igualdad en la sociedad, incluyendo una verdadera participación política.

6.17 Apoyaremos el derecho de las minorías lingüísticas a usar su propio idioma.

7. LA ALIMENTACIÓN Y EL AGUA

7.0 Cientos de millones de personas sufren desnutrición, no porque no haya alimento suficiente sino a causa del acceso desigual a la tierra, al agua, a los créditos y a los mercados. Los organismos genéticamente modificados (GMOS) no son la solución, porque el problema inmediato no es la producción sino la distribución. Además, los GMOS suponen riesgos inaceptables para el medio ambiente, para los pequeños campesinos independientes, y para los consumidores, así como también para la diversidad biológica que es nuestro mejor seguro contra el desastre agrícola. La escasez de agua se produce en superficie y en las conducciones de agua de las capas freáticas subterráneas. La deforestación de las cuencas adquiere un protagonismo devastador en los corrimientos de tierras e inundaciones, mientras la desertificación y la degradación se extienden rápidamente. Un motivo para el optimismo sería el rápido crecimiento de la agricultura orgánica.

Los Verdes

7.1 Consideramos que el acceso al agua limpia para cubrir las necesidades básicas es un derecho fundamental, y nos oponemos a la privatización de las infraestructuras y recursos de agua.

7.2 Trabajaremos para eliminar las subvenciones al gasto de agua, a excepción de las que tengan carácter social, y para hacer que los usos del agua sean más eficientes.

7.3 Trabajaremos para asegurar que el agua pura y los recursos subterráneos de agua se conserven en calidad y cantidad y para que sea ponderadamente valorada para asegurar que los recursos se protegen adecuadamente del agotamiento.

7.4 Consideramos que la estabilidad de las cuencas de recepción y la salud de los sistemas fluviales es crucial, y trabajaremos con las gentes directamente afectadas para parar la degradación de los ríos, incluyendo los grandes proyectos de grandes presas y de irrigación y la deforestación de las cuencas de recepción.

7.5 Trabajaremos con las comunidades locales en las regiones áridas y semiáridas, donde el clima está bajo el dominio de la incertidumbre, para reducir la degradación de la tierra.

7.6 Expresaremos nuestro interés para con los países que han sido fuertemente golpeados por la desertificación y la deforestación, y pediremos que los países que no lo hayan hecho aún ratifiquen la Convención de la ONU sobre la desertificación, y pondremos los recursos disponibles necesarios para poner en actividad esta Convención.

7.7 Apoyaremos y promocionaremos la agricultura orgánica.

7.8 Requeriremos una moratoria internacional para la comercialización creciente de las cosechas de organismos genéticamente modificados de por lo menos 5 años, pendientes de investigación y debate, y por el establecimiento de sistemas reguladores que incluyan la responsabilidad de las compañías por los posibles efectos adversos producidos por estos organismos.

7.9 Trabajaremos por la seguridad alimentaria, por medio de regulaciones estrictas sobre la producción, el almacenaje y la venta.

7.10 Trabajaremos para asegurar que la investigación científica se realiza de acuerdo a criterios éticos y aplica el principio de prevención.

7.11 Requeriremos la eliminación de todos los productos químicos persistentes y bioacumulativos fabricados por el hombre y trabajaremos para eliminar todos los restos de productos químicos peligrosos del medio ambiente.

7.12 Trabajaremos para asegurar la prohibición de las hormonas animales de crecimiento, y para que se impongan regulaciones estrictas que controlen el uso de antibióticos en los animales.

8. LA PLANIFICACIÓN SOSTENIBLE

8.0 El consumo en los países industrializados es excesivo en todos sus parámetros, y en su mayor parte responsable del declive medioambiental. La gente en los países occidentales usa 9 veces más papel que la gente en el Sur, y tiene 100 veces más automóviles per cápita que la gente en la China o en la India, por ejemplo. El cambio hacia una economía verde -que imita los procesos ecológicos, elimina los residuos por reutilización y reciclado de los materiales, y que pone el énfasis en las actividades que mejoran la calidad de vida y las relaciones humanas más que en el consumo de mercancías- promete nuevos puestos de trabajo, industrias con menos contaminación, mejores ambientes de trabajo y una más alta calidad de vida.

Los Verdes

8.1 Promocionaremos los índices de medición del bienestar más que los basados en el PIB para medir el progreso.

8.2 Consideramos que los ciudadanos de los países afectados por un proyecto de desarrollo tienen el derecho a participar en las decisiones que se tomen al respecto, sin que para ello sean impedimento las fronteras nacionales.

8.3 Trabajaremos para asegurar que los que obtienen ganancias por la explotación de recursos comunes y/o naturales paguen el precio total de mercado por el alquiler del uso de esos recursos, y por cualquier daño que hagan a cualquier a de los otros recursos comunes.

8.4 Reconocemos que el impacto de crecimiento urbano continuo (la expansión) a costa de la tierra agrícola y el medio ambiente natural debe limitarse y finalmente paralizarse.

8.5 Reconocemos que el proceso de conurbación debido a la pobreza rural debe relentizarse y revertirse mediante programas apropiados de desarrollo rural que reconozcan el concepto de los límites del crecimiento y protejan el carácter y el valor ecológico del paisaje rural.

8.6 Apoyaremos la planificación local para la promoción ecológicamente sostenible de la actividad económica, la vivienda, el transporte, la gestión de residuos, los parques, los bosques urbanos, los espacios públicos; y estableceremos los nexos entre los Verdes al nivel local y regional alrededor del planeta para el intercambio de apoyo e información.

8.7 Trabajaremos para reducir la contaminación provocada por los vehículos oponiéndonos a las autopistas en expansión permanente; alentaremos al uso de vehículos energéticamente eficientes; integrando en la planificación territorial el transporte público, el transporte en bicicleta y el peatonal; priorizando la planificación y la financiación del transporte público frente al transporte privado de automóviles; y eliminando políticas impositivas que favorecen el desarrollo autocéntrico.

8.8 Trabajaremos para crear estrategias económicas socialmente responsables, utilizando los impuestos y la financiación pública para aumentar al máximo los incentivos para la distribución justa de la riqueza, y las ecotasas para crear incentivos para evitar los residuos y la contaminación.

8.9 Demandaremos que las corporaciones y las comunidades reduzcan, reutilicen y reciclen sus residuos, apuntando hacia una economía de residuo cero que imite los procesos de los ecosistemas naturales.

8.10 Apoyaremos todas las políticas que permitan a los países aumentar creación de puestos de trabajo mediante actividades económicas que agregan valor añadido, o mediante el reciclaje de los residuos, la producción de mercancías duraderas, la agricultura orgánica, las energías renovables y la protección ambiental.

8.11 Promocionaremos la inversión socialmente responsable y la comercialización ecológica para que los consumidores puedan hacer elecciones positivas basadas en información fiable.

8.12 Reconoceremos el valor de los conocimientos y las creencias tradicionales y locales, y apoyaremos su incorporación a la planificación y a los proyectos.

9. LA PAZ Y LA SEGURIDAD

9.0 Están cambiando las causas de los conflictos. Las distinciones entre la guerra, el crimen organizado y los abusos deliberados a gran escala de los derechos humanos están llegando cada vez a ser más borrosas; y crece el comercio de armas, globalizándose, nutriéndose de la única excepción que hace la WTO con respecto a su reglamentación contra los subsidios al comercio. Como red global, tenemos un papel vital que desempeñar en el fortalecimiento de los nexos entre la comunidad de organizaciones que están trabajando en pro de los derechos humanos y la paz, y apoyando y formando las instituciones y conceptos emergentes de gobernación global.

Los Verdes

9.1 Apoyamos el fortalecimiento del papel del ONU como una organización mundial de gestión de conflictos y salvaguarda de la paz; mientras, consideramos que, donde la prevención fracase y en situaciones de violaciones estructurales y masivas de los derechos humanos y/o genocidio, el uso de fuerza puede justificarse si es el único medio de prevenir sufrimiento adicional y las violaciones de los derechos humanos, con tal que se use bajo el mandato de la ONU. Sin embargo, cada país tiene el derecho de apoyar o no colaborar con la acción.

9.2 Lucharemos para dar mayor poder en la ONU a los países del Sur, y trabajaremos para abolir el derecho de veto potenciando el Consejo de Seguridad, eliminando la categoría de miembro permanente y aumentando el número de estados miembros.

9.3 Apoyaremos el propuesto Tribunal Penal. En el apartado de los crímenes de guerra, deberá incluirse la violación masiva como crimen de guerra.

9.4 Ambicionamos reducir el poder del complejo financiero industrial-militar, a fin de reducir radicalmente el comercio de armamentos, asegurar diafanidad de la fabricación y eliminar las subvenciones ocultas que benefician a las industrias militares.

9.5 Trabajaremos para regular y reducir, con el fin a largo plazo de eliminar, el comercio internacional de armas (incluyendo la prohibición de las armas nucleares, biológicas y químicas, las de uranio empobrecido y de las minas antipersona) y llevaremos este tema dentro del ámbito de las Naciones Unidas.

9.6 Ayudaremos a fortalecer los programes de paz existentes y forjaremos nuevos programas que se dirijan a fomentar todos los aspectos que contribuyan a construir una cultura de paz. Los programas incluirán análisis de las raíces de la violencia, incluyendo violencia en el interior de la familia, y el tema del respeto mutuo entre géneros; y el apoyo al aprendizaje de la resolución no violenta de conflictos a todos los niveles.

9.7 Procuraremos la creación de una corte internacional de justicia sobre crímenes ambientales en tiempos de conflicto.

9.8 Buscaremos enmendar las reglas internacionales de los compromisos militares para asegurar que los recursos naturales se protegen adecuadamente durante los conflictos.

9.9 Pelearemos contra el Proyecto de Defensa Estratégica de los EEUU, y trabajaremos por la desmilitarización y la desnuclearización del espacio.

10. ACTUANDO GLOBALMENTE

10.0 Los verdes de todo el Mundo somos organizaciones independientes, de culturas y antecedentes diversos, que compartimos un propósito común y reconocemos que, para lograrlo, debemos actuar globalmente así como también localmente.

Los Verdes

10.1 Trabajaremos en colaboración para hacer realidad la Carta de los Verdes del Mundo llevando a cabo acciones conjuntas sobre asuntos de consecuencias globales allí donde sea preciso.

10.2 Apoyaremos el desarrollo de partidos verdes, movimientos políticos y redes de jóvenes alrededor de todo el mundo.

10.3 Ayudaremos, cuando nos lo soliciten, a otros partidos verdes y movimientos, por medio de:

- envío de observadores a elecciones para ayudar a asegurar que son libres y justas.
- alentar a los votantes a implicarse y a votar verde en sus propios países.

10.4 Adoptaremos y pondremos en práctica en nuestras propias organizaciones los principios democráticos que deseamos para toda la sociedad.

10.5 Actuaremos como un modelo de democracia participativa a todos los niveles en el seno de nuestra propia organización.

10.6 Fomentaremos la cooperación entre los partidos verdes del Mundo para asegurar que los partidos miembros son consultados, educados y tienen la capacidad en un marco de igualdad para influir en los posicionamientos mundiales de Los Verdes.

10.7 Animaremos a los Partidos Verdes a mostrar su liderazgo en el establecimiento de políticas que garanticen la transparencia y la descentralización de las estructuras, a fin de que las oportunidades y el poder político se haga extensivo a todos los miembros; y en el desarrollo de nuevos modelos políticos mejores para enfrentar los desafíos del desarrollo sostenible y la democracia de base.

10.8 Evitaremos fuentes de financiación que estén en conflicto con nuestra visión del mundo y nuestros valores.

10.9 Evitaremos la cooperación con dictaduras, sectas, u organizaciones criminales y con las organizaciones que dependan de ellas, particularmente en materias relativas a la democracia y los derechos humanos.

10.10 Fortaleceremos nuestros nexos con la comunidad de organizaciones que participan de nuestros mismos criterios, y con las organizaciones de la sociedad civil tales como las que se movilizaron en Seattle; nosotros somos parte de ellos, de la conciencia creciente de respeto al medio ambiente, a los derechos sociales y humanos y a la democracia, que tiene que predominar sobre los criterios económicos de organización del mundo.

10.11 Nos apoyaremos unos a otros personal y políticamente con amistad, optimismo y buen humor, sin olvidarnos nosotros mismos de disfrutar en el proceso.

domingo, 16 de diciembre de 2007

La ecología política, ¿remedio a la crisis de lo político? Alain Lipietz

Introducción. Desde los años ochenta, un sentimiento de impotencia se difundió por todo el globo, pero en particular en los países que venían de una experiencia democrática. El voto parece no tener sentido: después de la elección, todos los dirigentes adoptan, a pesar de las promesas, "la sola política posible, dictada por las exigencias de la globalización". Y ésta lleva a la mayoría una serie de problemas: inseguridad, pobreza, exclusión...
Este sentimiento de "vaciamiento de lo político" tiene una doble dimensión: en los contenidos de lo que se llama la "política", o sea "lo que se hace", las estrategias y los objetivos parecen reducirse a la infrapolítica, a la simple optimización de la competencia, que parece traducirse en el abandono de toda pretensión social; en las formas y los espacios -lo que se llama "lo político", o sea "cómo y con quién se hace"- la definición misma de la polis de los hombres y las mujeres parece reducirse a una serie de individuos en competencia, apenas atemperada por reglamentaciones abstractas caídas del cielo (de Bruselas, de la OMC) y, en general, desfavorables.
Pero la sociedad no es un mercado. El deseo, la necesidad de sociedad, se traducen en reacciones identitarias: integralismos en el Tercer Mundo, populismos autoritarios y xenófobos en el Norte. En Francia y mas todavía en Austria, la mayoría de los países europeos conoce desde los años ochenta y noventa tendencias de este tipo.
El ascenso del Frente Nacional en Francia parece haber sido bloqueado por sus propias contradicciones y sobre todo por las esperanzas suscitadas por los éxitos de la izquierda plural en Francia. En las elecciones europeas de 1999, los Verdes franceses conocieron un crecimiento espectacular, como si, después de quince años de desesperanza, la "necesidad de política" renaciera y se dirigiera hacia la ecología política.
Extraña elección, pensarán muchos. ¿No es comunmente percibida la ecología como un rechazo simplista de la política y de lo político, una atracción íntima hacia las flores y los pájaros? Vamos a rectificar esta imagen y redefinir lo que es la ecología como política, para después analizar que aporta una respuesta a la crisis de la política y de sus contenidos, a la crisis de lo político y de sus formas.
¿Qué es la ecología política?
La palabra "ecolo", de uso corriente en Francia, se refiere a la visión reductora y caricaturesca de la ecología por una gran parte de la opinión pública. Se pasa además de la derisión a la perplejidad cuando a la palabra ecología se añade el término política. No hay duda de que la ecología política, a los ojos de esta opinión pública por lo menos, no adquirió un status de "noción clara y distinguida". ¿Qué es entonces la ecología? ¿Y qué es la ecología política?
¿Qué es la ecología ?
Según el Petit Robert, este término aparece en la segunda mitad del siglo XIX. Término de biología, la ecología es -en su origen- una disciplina científica. Es la ciencia que estudia la relación triangular entre los individuos de una especie, la actividad organizada de esta especie, y su medio ambiente, que es a la vez condición y producto de esta actividad, condición de vida de esta especie. El ecologista que se interesa por los castores se dedicará a analizar su relación con el medio en donde viven: el bosque, los ríos, pero también las barricadas que construyen, o sea la naturaleza transformada por su actividad. Mirará la capacidad de ese sistema de subvenir a las necesidades de la población de castores, la manera como esa población se reproduce, se organiza, etcétera. Aplicada al hombre, la ecología se vuelve el estudio de la relación entre la humanidad y su ambiente, o sea la manera cómo la primera transforma al segundo y éste permite a la primera sobrevivir. Así como el ambiente de los castores no se reduce a los bosques y a los ríos, el ambiente de los hombres no es simplemente la naturaleza salvaje, sino que incluye también la naturaleza transformada por su actividad. La ecología humana es, entonces, el análisis de la interacción compleja entre el medio ambiente (medio de vida de la humanidad) y el funcionamiento económico, social y político de las comunidades humanas.
En eso reside la diferencia significativa entra la ecología de la especie humana y la ecología de las demás especies animales. Los hombres, en efecto, son animales no solamente sociales sino también políticos. Desde su origen la ecología humana tiene otra característica específica que se remonta al principio de la humanidad, al homo habilis: la capacidad de producir utensilios. Aunque algunos chimpansés mostraron su capacidad de transformar ciertos objetos en utensilios, éstos siguen siendo muy rudimentarios. El hombre, al contrario, no ha dejado de mejorar sus utensilios y por ende su capacidad de acción y de transformación de su medio, por la vía de la "domesticación" de plantas y animales desde la revolución neolítica. Durante miles de años, se trató simplemente de luchar contra el hambre y la intemperie. Vivir lo más posible en armonía con el orden del mundo, tal parecía ser la sabiduría de esos hombres. Pero desde alrededor de cuatro siglos ocurrió un viraje radical: antes se trataba de someterse al orden de la naturaleza, después de doblegarla a nuestros deseos. La marcha de la ciencia y de sus aplicaciones técnicas no han terminado desde entonces para fomentar el sentimiento de los humanos de ser realmente "maestros y propietarios de la naturaleza". En el curso de la segunda mitad del siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial, este movimiento de emancipación llegó a sus límites. Los milagros de la técnica y de la tecnología empezaron a mostrar lagunas; accidentes "imprevisibles" se multiplicaron y extendieron sus efectos a la escala planetaria (mareas negras, Chernobyl). Mientras que los primeros gritos de alarma del Club de Roma, en los años setenta, ponían todavía el acento en la insuficiencia de los recursos naturales, los trabajos científicos más recientes ponen énfasis en los graves desequilibrios ecológicos que generan las contaminaciones industriales (destrucción de la capa de ozono, efecto sierra, crecimiento de los océanos, calentamiento del clima). La toma de conciencia de los efectos perturbadores de la actividad humana y del progreso técnico -fuera de los accidentes- creció y se extendió. El crecimiento de esta nueva inquietud llevó a cierto número de observadores a intentar discernir mejor los mecanismos económicos y políticos generadores de desequilibrios ecológicos.
Es sobre esta base conceptual e histórica de la ecología como se constituyó la ecología política; ésta se profundizó después en un análisis crítico del funcionamiento general de las sociedades industriales avanzadas, análisis que dio lugar a una reflexión paralela acerca de los medios necesarios para avanzar hacia otra forma de desarrollo.
De la ciencia a la política
El paso de la ciencia a la ecología política introdujo la cuestión del sentido de lo que hacemos, lo cual implica una serie de interrogaciones: ¿en qué medida nuestra organización social, la manera en que producimos, en que consumimos, en qué medida estos diversos factores modifican nuestro medio ambiente? Con más precisión, ¿cómo pensar la combinación, la interpenetración, de estos factores en su acción sobre el medio ambiente? ¿Los efectos de estas modificaciones sobre los individuos son favorables o no? La ecología política nos dice cuáles son los efectos de nuestros comportamientos y prácticas. Aclara los enredos, pero no toca a ella sino a los hombres escoger el modo de desarrollo que desean, en función de valores que evolucionan en el debate público.
Tomando en serio los desequilibrios ecológicos generados por la actividad humana, la ecología política es llevada a cuestionar la modernidad y a desarrollar un análisis crítico del funcionamiento de nuestras sociedades industriales. Este análisis pone en causa un conjunto de valores y de conceptos claves sobre los cuales descansa nuestra cultura occidental.
La naturaleza
Ya hemos mencionado el sentimiento de potencia y de dominación sobre la naturaleza que se ha desarrollado progresivamente a partir del siglo XVII. Tal exaltación narcisista construyó un forma de oposición, de antagonismo, entre el hombre y la naturaleza, así el hombre -participando de la naturaleza- parecía de alguna manera haberse separado de ella. En particular, la comparación del hombre con las otras especies animales permitía hacer manifiesta la diferencia, explicitando su metamorfosis. El desprecio a la naturaleza hacía de golpe banales las prácticas más degradantes hacia ella, hacia los animales y también hacia los pueblos indígenas, que los europeos descubrían y juzgaban "no civilizados". La ecología política considera que han sido largamente superados los limites de lo aceptable y que llegó la hora de una reconsideración general de la prácticas pero también de las representaciones, unas y otras relacionadas entre sí. Los hombres hacen íntimamente parte de la naturaleza, la respiran y se alimentan de ella. No hay tampoco que caer en el exceso opuesto de una sacralización de la naturaleza. La ecología política retoma la oposición entre naturaleza y cultura relativizándola. Nos parece más fecundo interesarse en la complejidad del mundo vivo, más que en la oposición entre hombre y naturaleza. El hombre y su medio ambiente no cesan de transformarse mutuamente; es por ende importante convencerse que ambos están envueltos en una evolución permanente (coevolución).
El progreso
Después de Hiroshima, Chernobyl y los agujeros de la capa de ozono, o más recientemente la crisis de las vacas locas, hay que reconocer que el progreso ya no aparece lineal y sin limites: el progreso técnico no es necesariamente sinónimo de emancipación humana ni de mejoramiento del medio ambiente. A pesar de esto, la ecología política no trata de rechazar la idea de progreso ni de caer en el catastrofismo antitécnico, trata de volver a dar al progreso técnico su lugar, porque nada permite considerarlo virtuoso "por naturaleza".
Para los ecologistas, el desarrollo de las capacidades humanas no es un valor en sí. La tecnología se introdujo en nuestro mundo cotidiano trayendo consigo una nueva vulnerabilidad, una nueva dependencia. La técnica no llegará nunca a eliminar todos los riesgos, en cambio, provocará nuevos. Después de haber intentado domesticar a la naturaleza, necesitamos ahora aprender a domesticar el progreso mismo. Lo cual implica tener siempre presente las dos caras del progreso: solución a las crisis, por un lado, y generación de crisis ecológicas, por otro.
El progreso de las técnicas nos dice lo que se puede hacer, no nos dice si esto es bueno o dañino. No es debido a que en el mañana la ciencia y la técnica nos permitirán, sin duda, escoger el sexo, el color de los ojos y del cabello de nuestros hijos y de las generaciones futuras, que la elección de estas manipulaciones se impone a nosotros. Para la ecología política, la cuestión de los valores es independiente del cambio técnico y anterior a su aplicación. Si el progreso de la humanidad ya no debe ser juzgado a partir de los avances de la técnica, nos damos cuenta que entre la razón ecológica y ecología política falta un eslabón: principios superiores capaces de orientar nuestras elecciones y nuestras acciones, que tengan la fuerza y la contundencia del "no matarás".
La ecología política avanza sobre problemas que ningún contrato social o pacto fundador entre individuos libres regula. Obliga a redefinir los valores que guiarán el proyecto de sociedad ecologista. Redefinir la vía de una moral para el siglo XXI, pensarla, difundirla y ponerla en práctica no es una cuestión simple. Se pueden esbozar algunas líneas. La vía debe buscarse del lado de una unión entre fraternidad y responsabilidad extendida a la naturaleza y a las generaciones futuras. Escogiendo anteponer algunos valores más que definir un modelo de sociedad, en la construcción de la sociedad ecológica futura, es claro que la ecología política espera que el camino a recorrer sea largo, incierto y constantemente en definición. Pero allí reside la dinámica de un movimiento que vive en contacto directo con la realidad de las sociedades modernas, la de las sociedades en devenir.
La responsabilidad
La fuerza de las tecnologías actuales es tal que las consecuencias sobre el medio natural, sobre las otras especies vivas, vegetales o animales, se multiplican. Más allá de los accidentes ecológicos, el simple funcionamiento de muchas industrias se sitúa en un nivel tal que la mayor parte produce efectos dañinos sobre el medio ambiente.
Más allá de la elección de circular en coche o en tren, el calentamiento producido por ambos influye sobre el clima. Degradamos el ambiente que nos hace vivir. Hay algo milagroso en nuestra tierra, hay también horror, pero la belleza del mundo es uno de estos milagros; si la sacrificamos, ¿qué quedará? Este ambiente que nos hace la vida posible, que puede ser fuente de felicidad, o mejor dicho de felicidad de estar en el mundo, este ambiente es lo que hacemos de él, es también lo que dejamos a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, es la cuna y la casa que preparamos para acogerlos. Desear hijos, darles luz sin preocuparnos de un mundo degradado que les fabricamos: ¡qué contradicción!
La solidaridad
El principio de propiedad y el poder económico que se deriva no deberían dar a sus detentores el derecho de gravitar sin medida sobre la vida de los demás. Peor es lo que pasa ante nuestros ojos. Ese poder llega a veces, indirectamente pero de manera determinante, hasta un derecho de vida o muerte. Empuja a muchos hasta la desesperación porque se sienten incapaces de encontrar un lugar en la sociedad, ganarse la vida, sobrevivir dignamente, sea que hayan sido dejados de lado desde la juventud, sea que hayan sufrido un despido a los cuarenta años, a esta edad crítica donde las reconversiones se vuelven para algunos infranqueables pero donde las obligaciones familiares se hacen aplastantes. En el Derecho y su funcionamiento implacable, en su carácter algo sacralizado, hay un riesgo de pérdida de sentido profundo. La riqueza de los individuos se constituye siempre a partir de la cooperación social. Un individuo aislado sin lazo con sus congéneres no llegaría a sobrevivir. Si un individuo se enriquece, lo debe a toda la cadena de sus similares que han construido el mundo donde nació y a sus contemporáneos que han participado directamente o indirectamente a su enriquecimiento. ¿No llevaría esto a un deber de reciprocidad que se traduciría en un deber de solidaridad mínimo? Una sociedad que tiende a eliminar el principio del dono, ¿no corre el riesgo de deshacerse, de descomponerse? La simple solidaridad pero también la deuda directa nos impone el deber de no quedar sordos a los males de un continente entero. Africa se desangra y no somos inocentes.
La autonomía
La responsabilidad sería sólo aparente si no se acompañara de la autonomía. Esta implica la reconquista por lo individuos y las colectividades humanas del control de sus actividades de producción, de su vida cotidiana y de sus decisiones públicas. Se trata de traducir en actos cierto número de fórmulas: "tomar en mano sus actividades", "participar", "ver las consecuencias de nuestros actos". Es en distintos niveles donde pueden situarse las implicaciones: a nivel de la empresa, a nivel de la vida ciudadana local, regional, nacional.
II
Volver a poner el contenido en el centro de la política

De los enunciados precedentes surge una evidencia: la ecología es una inmensa oferta de contenidos nuevos, o más bien un gran llamado a ocuparse del contenido. Fija objetivos, redefine medios y estrategias, cosas que parecían haber desaparecido de la "política", reducida a la competencia por el poder entre hombres y partidos intercambiables y "alternantes".
La esperanza revolucionaria se disolvió, el comunismo fracasó, el proyecto socialista decepcionó. Portadora de grandes ambiciones a lo largo de todo el siglo, la política se encuentra hoy debilitada. Que de esto gane modestia no sería un mal, pero su impotencia actual y su desdibujamiento frente a la economía son extremadamente peligrosos. Una sociedad sin proyecto político, dejada a las simples fuerzas del mercado, envuelta en la espiral del "producir más", no puede sino conducir a un crecimiento de las desigualdades y la multiplicación de las crisis ecológicas. Es, entonces, urgente volver a dar sentido y contenido a la política.
La impasse del productivismo
Las revoluciones agrarias e industriales capitalistas han hecho posible poner fin a las crisis de carencia (hambrunas). Han permitido al Occidente alimentar, dar un hogar, vestir, siempre más individuos con siempre menos trabajo. El modelo capitalista primero ha ofrecido la garantía de la supervivencia y después, concluida la Segunda Guerra Mundial, con el nacimiento de una nueva variante de capitalismo, que muchos economistas llaman fordismo, la de poder "vivir bien" o más bien aumentar el poder de consumo. El modelo capitalista conoció diferentes variantes, pero todas se caracterizan por un rasgo común: el productivismo. Este productivismo, con su dinámica de producir siempre más, alcanzó hoy sus límites.
Después de treinta años (1945-1975) de crecimiento económico, el modelo fordista entró en crisis: crisis económica que desemboca en los años ochenta en una variante mucho más liberal de capitalismo, pero también, paralelamente, en una crisis ecológica. Esta última, no tan directamente perceptible por la opinión pública, no es menos amenazante. La búsqueda de la economía del trabajo y de la acumulación de capital, dos pilares del fordismo como del liberalismo, se hizo a costa de la Tierra. Cuando el regreso del liberalismo ha resucitado las crisis ligadas a la pobreza (enfermedades ligadas al hambre y la insalubridad, no solamente en el Tercer Mundo sino también en los países ricos), en el corazón mismo del sistema capitalista se dibujó un nuevo tipo de crisis ecológicas: las crisis de abundancia, herencia envenenada de los milagros técnico-económicos de la posguerra. Este nuevo tipo de crisis es mayormente amenazante porque sobrepone efectos locales (destrucción del paisaje, contaminación del aire, envenenamiento de las capas freáticas) y efectos globales, es decir, que se perciben en todo el mundo cuando provienen de disfuncionamientos localizados en sociedades particulares.
El sistema productivista respondió al problema de la carencia con la cantidad. Empujó hasta el exceso esta respuesta cuantitativa produciendo un problema de calidad. Hay que cambiar de dirección: retomar el control de la economía, establecer las condiciones de un nuevo desarrollo domesticando las fuerzas de mercado y de la ciencia; repensar nuestro modelo de desarrollo partiendo de un reexamen de nuestras necesidades. Llegó la hora de poner la pregunta esencial: ¿producir para qué?
Un nuevo modelo de desarrollo: el desarrollo sustentable
Según la definición adoptada por la ONU, el desarrollo sustentable es el que permite satisfacer las necesidades de la generación actual, empezando por los que menos tienen, sin comprometer la posibilidad para las generaciones futuras de satisfacer las suyas.
La idea de desarrollo sustentable tiene una doble dimensión. En el tiempo presente, supone que este modelo de desarrollo responde a las necesidades de cada uno. En perspectiva, supone que este modelo pueda durar. El desarrollo sustentable incluye también la idea de redistribución (o de justicia social) porque propone un orden en la satisfacción de las necesidades: empezar por lo que menos tienen.
Pero ¿cómo hacerlo? ¿Cómo reorientar nuestro desarrollo para hacerlo sustentable? El primer imperativo es economizar el factor Tierra, dando prioridad a las tecnologías que economicen energía y sean más respetuosas del medio ambiente. El segundo imperativo consiste en establecer nuevas regulaciones añadiendo a la protección social la protección del medio ambiente. Las herramientas existen, desde los medios reglamentarios (leyes y normas), medios económicos (ecoimpuestos, permisos negociables) pasando por los acuerdos de autolimitación y los códigos de buena conducta. Algunos permiten revertir los daños; otros, indemnizar por los daños y algunos más, prevenir mediante la disuasión. Es sin duda la vía del impuesto disuasivo la más prometedora porque, además del efecto protector para el medio ambiente, proporciona a la colectividad recursos nuevos que pueden ser destinados a otras políticas, por ejemplo para bajar el costo del trabajo, en el cuadro de una política de empleo, lo que nos lleva al efecto redistributivo del modelo de desarrollo sustentable. Los pobres no tiene en general los medios de contaminar y son también, en muchos casos, los más afectados por los múltiples efectos de la contaminación; por eso, serán los grandes beneficiarios de una reorientación general hacia el desarrollo sustentable. Los perdedores, en el corto periodo, podrán ser las clases medias, para las cuales las restricciones al uso libre y gratuito del medio ambiente harían desvanecer el sueño de una generalización del modelo de la sociedad de consumo, cuando no perciben el carácter insostenible y peligroso de este modelo para su propia salud. Es entonces necesario acoplar las nuevas políticas ecologistas a las reformas sociales, sin las cuales las primeras no serían legitimas.
Desde el punto de vista del interés general, razonando a largo plazo, el desarrollo sustentable se vuelve una evidencia. Desgraciadamente, esto no se impone y más bien triunfa la formula "después de mí, el diluvio". ¿Cómo hacer que las fuerzas sociales y políticas lo tomen en cuenta? Seguramente podrá hacerse por medio de un intenso debate ideológico y cultural dirigido a modificar la percepción de los riesgos y de las ventajas, hacer progresar los valores y las normas de la ecología. Mas allá de la política y sus contenidos, es lo político, su campo y sus métodos lo que hay que reconstruir.

Repensar lo político entre lo global y lo local
Los gobiernos parecen incapaces de resolver tanto los problemas cotidianos como los que se existen a escala planetaria, ya sea que se trate de impedir despidos en una empresa en excelentes condiciones económicas o de luchar contra el calentamiento climático. Mientras que el poder económico y financiero ya no conoce fronteras, el poder político descansa siempre en el principio de la soberanía estatal. La relación de fuerza es, entonces, no solamente desigual sino invertida. Para volver a dar a lo político su credibilidad y los medios para actuar es indispensable encontrar un nuevo equilibrio.

"Pensar globalmente, actuar localmente"
La mundialización y las fuertes tensiones que sacuden los a los Estados nacionales -cuando no llegan a hacerlos explotar- refuerzan la pertinencia de este eslogan que floreció entre los ecologistas de los años setenta.
Pensar globalmente
Es necesario pensar en términos globales porque la ecología política hace suyas máximas que podría ser las del humanismo en general: "Soy hombre, y nada de lo que es humano me es ajeno", "Somos todos responsables de todo y ante todos, y yo particularmente". Pensar globalmente es elevarse a una visión planetaria que el saber ecológico hizo posible: visión del estado del planeta, de su degradación continua, del juego complejo de causas y consecuencias y, en este juego, un aspecto esencial, la parte de la actividad humana bajo sus distintas formas. Este aspecto es esencial porque la "dominación de la naturaleza" es un fantasma que parece oportuno no convocar demasiado; por otra parte, podemos y debemos esperar controlar la actividad humana.
Actuar localmente
Es la voluntad de hacerse cargo del medio, de actuar a su escala. Contra el centralismo, contra la tecnocracia, es la reivindicación de un derecho: el del acercamiento del poder político a los ciudadanos, de una regionalización o municipalización del poder político, o sea de una reapropiación de lo político sin delegaciones ni subordinaciones. Es el pensamiento de lo global que llama a nuestra responsabilidad local y los deberes que de allí descienden: actuar localmente porque allí se pueden medir los enredos y las consecuencias de los actos y, si no se hace, se cae en el infantilismo, la recriminación estéril y reiterativa que interina y perpetúa el estado de cosas. Escasos son los que imaginan hasta qué punto las consecuencias de sus propios actos, mínimos a sus ojos, se vuelven enormes y cambian de escala cuando éstas son ampliadas por el numero de los actores. Aun cuando lo supieran, ¿sería suficiente? ¿Podemos esperar que lo tomarían en cuenta? "Nuestro modo de vida no es negociable", dijo el expresidente estadunidense George Bush en las negociaciones de Río.
Actuar globalmente, pensar localmente
A ese cinismo y a ese egoísmo, qué respuesta oponer sino la necesidad de leyes, leyes globales porque hay que impedir a los hombres que provoquen daños a nivel global. Si hay que actuar globalmente, hay que convencer, en el terreno, mediante compromisos locales, a aceptar leyes globales. Actuar globalmente, pensar localmente, tal debe ser también el eslogan de una ecología política pragmática y realista.
Actuar globalmente
Es fijar reglas de orden superior a las escalas tradicionales (el Estado-nación, en particular) y darse los medios para aplicarlas. Se trata de eliminar los efectos perversos ocasionados por ciertas interacciones, impedir los comportamientos que parecen localmente positivos pero que pueden tener consecuencias desastrosas para el conjunto. En una palabra, esto consiste en poner reglas al juego ciego de los egoísmos, las competencias en el mercado y las relaciones de poder geopolítico, para privilegiar las prácticas mutuamente provechosas.
Pensar localmente
Este aspecto constituye, a nuestros ojos, la llave. Pensar globalmente: los teóricos para hacerlo no faltan y en Francia menos que en otras partes. Actuar globalmente es elaborar tratados internacionales y leyes y decretos nacionales correspondientes. En poner esto en marcha individualmente y localmente es donde empieza la dificultad, porque las reglamentaciones no surten efectos si los ciudadanos no creen en su utilidad ni se convencen de que tienen sentido, que el desagrado de la constricción tiene su justificación. En las sociedades democráticas, esta justificación supone al adhesión a principio del interés general, lo que implica que se resientan individualmente o por lo menos localmente las ventajas.
El ejemplo de la III República en Francia ofrece una excelente ilustración. El mecanismo de la escuela fue esencial: mediante ésta se difundieron los valores de esta república que, un siglo más tarde, resucitaba los de la Revolución. Es por medio de los maestros como se transmitieron los principios elementales de la moral y la instrucción cívica que fueron decisivos para los avances humanos y sociales del final del siglo XIX. Esto se logró porque, frente a la Iglesia y los notables tradicionales, se supo convencer una población mayoritariamente rural, de los beneficios de la educación, y los maestros participaron en la gestión de las comunas y en la promoción social de los niños. De la misma manera, es teóricamente fácil entender que la lucha contra el efecto sierra implica la disminución de la circulación de automóviles. Esto no se logrará culpabilizando a los automovilistas por los efectos catastróficos de su comportamiento sobre Bangladesh en 2050, sino valorando el silencio y el aire menos dañino de una ciudad con circulación restringida.
Sin adhesión de los actores, nada durable puede lograrse. Es precisamente lo que entendemos por la formula "pensar localmente". Para la ecología política, es obrar para que se desarrolle la toma de conciencia acerca de los efectos a distancia de la vida de cada uno, de tal forma que sea concreta la justificación de los límites impuestos por la ley; es hacer madurar, poco a poco, en las comunidades locales la conciencia de un destino común del género humano, de necesidades comunes, de ventajas recíprocas superiores, y actuar políticamente para codificar internacionalmente las reglas que las mayorías locales están listas para aceptar.
Conclusión
Eramos, hace poco, 6 mil millones de seres humanos, similares según todavía se dice, si remitimos a las figuras que el camino del mundo y los medios sacan de esta masa anónima. De un lado está el horror: los hombres del GIA argelino, las milicias serbias en Bosnia y en Kosovo, los virtuosos del machete en Rwanda. Otros hombres, sus similares, se llaman E. Levinas, P. Ricoeur, H. Jonas y nos invitan a otras relaciones humanas. Se necesita un singular esfuerzo de imaginación para decirles, a unos y a otros, similares. Pero sabemos que el hombre no es eso ni esto. Es un devenir y una construcción. Las relaciones sociales en las cuales tomamos parte de la infancia a la vejez son esenciales. Tendemos por consiguiente hacia una humanidad bárbara o civilizada. Tal es el enredo que se presenta a la ecología política. Estamos convencidos de que será llamada a marcar con un sello durable la humanidad de mañana.
Publicado originalmente en
AGIR, Revue générale de stratégie, No. 3, marzo de 2000.

Traducción del francés de Massimo Modonesi.